Es el ansiolítico del sistema Bach. Indicado para ansiedad, sirve para la obesidad y el alcoholismo, miedos físicos, miedo de estar solo, neurosis de la ansiedad, síndrome del pánico, personas que se preocupan mucho.
Sirve para tratar miedos desconocidos.
Para personas intolerantes, críticas y arrogantes, que consideran a los otros ignorantes. Esta flor ayuda a adoptar una postura más comprensiva y tolerante.
Para personas que son usadas, sumisas y serviles, para personas que no pueden decir que no.
Para personas indecisas que buscan la opinión de los otros para todo, que siempre piden consejos y no tienen confianza para tomar sus propias decisiones.
Para personas que tienen impulso de hacer cosas horribles. Falta de control emocional.
Para ayudar a los que no aprenden las lecciones de la vida, cometen siempre los mismos errores. Ayuda a observar más las experiencias. Facilita el aprendizaje.
Para los egoístas y posesivos, los que siempre quieren agradar a los demás por el reconocimiento. Ayuda a amar sin exigir a cambio amor o atención.
Para personas “voladoras”, siempre en la luna, sin interés por las cosas actuales, dispersas, que escuchan sin oír, miran sin ver. Ayuda a traer a la persona a la realidad.
Es el remedio de la limpieza tanto física como psicológica, para personas que sienten culpas, vergüenza y desagrado de si mismos. Es un purificador para la mente y el cuerpo. Es considerado el antibiótico del sistema.
Para personas sobrecargadas de responsabilidad, que sienten que cargan un peso sobre los hombros, que se sienten presionadas por el trabajo y compromisos. Es considerado el analgésico del sistema Bach.
Para personas con depresión con causa conocida. Ayuda a dar coraje, ánimo.
Para los desesperados, pacientes con enfermedades terminales, para los que pierden la esperanza por completo. Ayuda a que la persona tenga una nueva visión.
Es la flor para la gente que habla mucho, de los que traen todos los asuntos de las conversaciones para ellos. Para personas centradas en si mismas.
Para cualquier tipo de estado negativo, odio, desprecio, egoísmo, frustración. Es usado contra sentimientos explosivos que causan indignación. Es el antídoto del odio. Es la flor del amor del sistema Bach.
Para personas que viven en el pasado, personas que viven en el exterior y extrañan, personas que pierden seres queridos y quedan presas al recuerdo. Ayuda a traer las personas al presente.
Para cansancio físico y mental, para personas que sienten que todos los días son lunes a la mañana, para personas sin fuerza ni energía. Ayuda a dar fuerza emocional.
Para personas irritables, nerviosas, que les gusta trabajar solas. Óptimo para la inquietud y tensión mental.
Para las personas inseguras, que no creen en si mismas. Ayuda a adquirir confianza.
Para el miedo con causas conocidas. Para personas retraídas, con fobias.
Para depresiones cíclicas sin razón aparente. Es muy poco usado.
Para quienes ignoran las señales del dolor, para quienes trabajan demasiado y esconden el cansancio.
Para el agotamiento físico y mental de quien está en recuperación de un accidente. Para personas que se sienten exhaustas y en total fatiga. Ayuda a recuperar esa energía perdida.
Para personas que se culpan por todo y se autocondenan, personas que cargan en los hombros la culpa del mundo y se responsabilizan por los otros.
Para miedos desproporcionales, para personas que se preocupan demasiado por los otros, madres que no duermen cuando los hijos salen. Ayuda a devolver la debida proporción a las preocupaciones.
Para personas que sienten extremo temor, para accidentes, enfermedades repentinas. Es el remedio contra el pánico.
Para personas rígidas, severas, reprimidas, ambiciosas de perfección. Indicado para personas con una autodiscliplina muy grande.
Para personas indecisas entre dos posibilidades (viajo o me quedo? voy o no voy?, una mujer u otra), para inestabilidad del humor.
Es la flor de la pérdida, de choques, traumas. Ayuda a neutralizar los efectos de cualquier choque. Conforta los dolores y las pérdidas.
Para personas con profunda tristeza, que encuentran la angustia insoportable.
Para las personas sobreentusiastas, fanáticas, que se exasperan ante las injusticias y sufren mucho por los otros.
Para líderes dominadores, inflexibles, dictadores, personas que viendo el fin usan cualquier medio, personas crueles.
Es el remedio para cambios, pubertad, menopausia, casarse o separarse. Para quien quiere cambiar, pero se queda preso. Indicado para estados de transición, cambios y hábitos arraigados.
Para personas orgullosas e indiferentes, a las que les gusta ser solitarias, independientes, pero sienten dolor en silencio. Ayuda a ser más perceptible. Es el remedio contra el orgullo.
Para personas con sentimientos indeseables, que no consiguen dejar de pensar en algo, es la flor del “disco rayado”, contra el diálogo interno torturador.
Para personas que no consiguen encontrar su vocación, que tienen indecisiones en cuanto a la carrera, faltas de objetivos claros, que están siempre perdidas. Es el remedio de las almas perdidas
Para personas resignadas y apáticas, totalmente en apatía. “Es mi karma”, “Es mi destino”, conformadas con las situaciones. Es muy útil en la apatía, en la jubilación.
Para el resentimiento, para personas amargadas y rencorosas.